Franck Schroeder.Imagen de una raiz de festuca, que exuda un material amarillo que contiene un aminoácido llamado tirosina-m como uno de los principales componentes. La estructura química de m-tirosina está superpuesta sobre la foto.

Franck Schroeder.Imagen de una raiz de festuca, que exuda un material amarillo que contiene un aminoácido llamado tirosina-m como uno de los principales componentes. La estructura química de m-tirosina está superpuesta sobre la foto.

Recientemente se ha descubierto como ciertas variedades de césped común vienen equipadas con su propio herbicida natural de amplio espectro, que inhibe el crecimiento de malezas y otras plantas a su alrededor. Investigadores en la Universidad de Cornell han identificado el herbicida como un aminoácido llamado metatirosina, que estas hierbas exudan de sus raíces en grandes cantidades.

La metatirosina es un aminoácido pariente cercano de la paratirosina, uno de los 20 aminoácidos más comúnmente hallados en las proteínas naturales.

«Al principio, no creímos que la metatirosina tuviera nada que ver con la actividad herbicida observada en estas especies, pero cuando la probamos, encontramos que era extremadamente tóxica para las plantas, no así para los hongos, bacterias o mamíferos», explica Frank Schroeder.

Cecile Bertin, coautora del estudio y directora de investigaciones de PharmAfrican, una compañía de biofármacos con sede en Montreal, hizo el descubrimiento inicial de que algunas hierbas inhiben el crecimiento de las plantas que las rodeaban.

Aunque la metatirosina en sí misma es demasiado soluble en agua como para ser empleada como herbicida, esta investigación puede conducir al desarrollo de nuevas variedades de hierbas que supriman a las malezas con más efectividad, lo que pudiera reducir la necesidad de herbicidas sintéticos. El descubrimiento de las propiedades herbicidas de la metatirosina puede ayudar a los investigadores a descubrir maneras más sostenibles de controlar a las malas hierbas, e incluso al desarrollo de herbicidas del todo nuevos.

Los investigadores están ahora realizando experimentos para averiguar cómo actúa exactamente la metatirosina al exterminar vegetales. Las plantas dependen de la producción de grandes cantidades de otro aminoácido común, la fenilalanina, la cual es esencial para la biosíntesis de madera, paredes celulares y lignina.

Schroeder y sus colegas están tratando de averiguar cómo las hierbas productoras de la metatirosina logran no resultar envenenadas ellas mismas por tan tóxico producto. Encontraron que cuando se le añade fenilalanina a las plantas que desfallecían por la acción de la metatirosina, esas plantas se recuperaban. Como resultado, los investigadores sospechan que estas variedades de césped pueden producir cantidades de fenilalanina por encima de lo que sería normal, con el fin de sobrevivir a los efectos de su propia toxina.

Este efecto supresor de malezas que ejercen algunos céspedes ha pasado desapercibido hasta ahora debido a que la producción de metatirosina parece ser altamente dependiente de las condiciones ambientales, lo que es otra área de estudio actualmente bajo investigación.

Este trabajo ha sido apoyado por el National Institutes of Health, New York State Turfgrass Association, el National Science Foundation y la Triad Foundation.

Más información en:
http://www.news.cornell.edu/stories/Oct07/herbicide.kr.html

http://www.pnas.org/content/104/43/16964.full